lunes, 18 de noviembre de 2013
Un aguacero de guitarras
Se precipitan a caer en mis bosquejos
llenas de melancolía: las guitarras;
llueven en tropeles de madera,
de roble, pino, cedro, de cahoba , almendro, guanacaste y de guayaba,
de laureles
y pedazos Amazónicos.
Son...
aquellas que jamás nunca sonaron
ni acompañaron los viejos ruiseñores
de conjuntos y salones...
El ínfimo coloquio que preside
las últimas razones de mi pena,
no puede reinventarse entre guitarras,
¡Porque es más pena que tristeza!
pero caen...
Recién y se soltaba
la cometa de mi infancia,
y ahora un melódico aguacero
hecho de astillas y naufragios de instrumentos,
inundan el ambiente con serenatas;
¡merecen dibujarse en mi ventana,
y quedarse inmóviles hasta mañana!,
al fin y al cabo señores,
solo son guitarras...
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