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opuesto al mito urbano

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martes, 2 de diciembre de 2014

Por siempre mi amigo

Cuando se despegue 
la última palabra de consuelo
arrastrada desde el corazón 
por la tristeza y por el duelo, 
y deje de enrredarse mi garganta 
en los nudos del sufrimiento
que se aprietan con el alma 
de todos mis recuerdos, 
extenderé, cuando nadie me lo pida 
mi sonrisa por el cielo, 
y delgado de canciones 
seré lo que fui también en otro tiempo: 
veré tu mirada iluminada
cuando me mire al espejo, 
en las noches desenvueltas por el frío
dormirás en mi pecho, 
serás por siempre mi amigo 
y también mi compañero. 
En la tinta de la historia
que derrocha mi silencio, 
volaremos infinito 
con las alas de un jilguero, 
lloverá de cuando en cuando 
y te veré en los aguaceros, 
en las flores que desmayan 
cada noche de febrero, 
en los hilos que el mañana 
me atraviesa en cada sueño, 
en la voz de una poesía 
en la que dice: "Dios es bueno", 
estarás en las palabras 
más hermosas de mis cuentos, 
en mi brazos que han caído 
y que levanto con el tiempo, 
reiré de mi destino 
porque sé que estás contento, 
cada noche sin estrellas 
brillarás sólo y perfecto, 
y a donde quiera que el camino 
me ofrezca su aposento, 
hallaré también camino 
que me lleve a ti, pequeño. 
Y un día cuando Dios 
me de su entrada al reino,
me lleve a su presencia 
de grandezas y misterios, 
te hallaré jugando alegre 
con tus ojos tan sinceros, 
y correrás hasta mis brazos 
como el agua en los riachuelos, 
te diré cuánto te amo 
y sabrás cuánto te quiero; 
contaré lo que he vivido 
esperando este momento, 
hasta juntarte en las mejillas 
del color de un caramelo
el amor que para ti 
te guardaba entre mis besos... 















1 comentario:

  1. Felicitaciones Darío. Es un poema hermoso que evoca la confianza de que en un no distante instante los seres que se aman vuelven a encontrarse. Abrazos con cariño

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