Cuando se despegue
la última palabra de consuelo
arrastrada desde el corazón
por la tristeza y por el duelo,
y deje de enrredarse mi garganta
en los nudos del sufrimiento
que se aprietan con el alma
de todos mis recuerdos,
extenderé, cuando nadie me lo pida
mi sonrisa por el cielo,
y delgado de canciones
seré lo que fui también en otro tiempo:
veré tu mirada iluminada
cuando me mire al espejo,
en las noches desenvueltas por el frío
dormirás en mi pecho,
serás por siempre mi amigo
y también mi compañero.
En la tinta de la historia
que derrocha mi silencio,
volaremos infinito
con las alas de un jilguero,
lloverá de cuando en cuando
y te veré en los aguaceros,
en las flores que desmayan
cada noche de febrero,
en los hilos que el mañana
me atraviesa en cada sueño,
en la voz de una poesía
en la que dice: "Dios es bueno",
estarás en las palabras
más hermosas de mis cuentos,
en mi brazos que han caído
y que levanto con el tiempo,
reiré de mi destino
porque sé que estás contento,
cada noche sin estrellas
brillarás sólo y perfecto,
y a donde quiera que el camino
me ofrezca su aposento,
hallaré también camino
que me lleve a ti, pequeño.
Y un día cuando Dios
me de su entrada al reino,
me lleve a su presencia
de grandezas y misterios,
te hallaré jugando alegre
con tus ojos tan sinceros,
y correrás hasta mis brazos
como el agua en los riachuelos,
la última palabra de consuelo
arrastrada desde el corazón
por la tristeza y por el duelo,
y deje de enrredarse mi garganta
en los nudos del sufrimiento
que se aprietan con el alma
de todos mis recuerdos,
extenderé, cuando nadie me lo pida
mi sonrisa por el cielo,
y delgado de canciones
seré lo que fui también en otro tiempo:
veré tu mirada iluminada
cuando me mire al espejo,
en las noches desenvueltas por el frío
dormirás en mi pecho,
serás por siempre mi amigo
y también mi compañero.
En la tinta de la historia
que derrocha mi silencio,
volaremos infinito
con las alas de un jilguero,
lloverá de cuando en cuando
y te veré en los aguaceros,
en las flores que desmayan
cada noche de febrero,
en los hilos que el mañana
me atraviesa en cada sueño,
en la voz de una poesía
en la que dice: "Dios es bueno",
estarás en las palabras
más hermosas de mis cuentos,
en mi brazos que han caído
y que levanto con el tiempo,
reiré de mi destino
porque sé que estás contento,
cada noche sin estrellas
brillarás sólo y perfecto,
y a donde quiera que el camino
me ofrezca su aposento,
hallaré también camino
que me lleve a ti, pequeño.
Y un día cuando Dios
me de su entrada al reino,
me lleve a su presencia
de grandezas y misterios,
te hallaré jugando alegre
con tus ojos tan sinceros,
y correrás hasta mis brazos
como el agua en los riachuelos,
te diré cuánto te amo
y sabrás cuánto te quiero;
contaré lo que he vivido
esperando este momento,
hasta juntarte en las mejillas
contaré lo que he vivido
esperando este momento,
hasta juntarte en las mejillas
del color de un caramelo
el amor que para ti
el amor que para ti
te guardaba entre mis besos...
Felicitaciones Darío. Es un poema hermoso que evoca la confianza de que en un no distante instante los seres que se aman vuelven a encontrarse. Abrazos con cariño
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