El poeta en el principio,
en el mundo, sólo fue,
sin musa ni esperanza,
no sabía componer.
Contenía en sus adentros
la ilusión de su pincel,
y pintaba con palabras
sin sentido o interés.
Sin saberlo o meditarlo
la poesía vino a él,
se introdujo en sus adentros
habitados de ciprés.
La poesía caprichosa
ya muy dentro de su ser
era guerra y era amor
y era todo en el papel.
La poesía es un regalo
que el parnaso dio con fe
en el alma del poeta
con sus gotas de saber.
Es extraña, impredecible,
indiferente y algo cruel,
¡el poeta siempre sufre
si la intenta comprender!
Muchas veces disponible
y otras veces no lo es,
si decide retirarse,
¡se retira de una vez!.
La poesía es un regalo,
es la luz y amanecer,
pero dentro del poeta
me parece : está al revés.
Es conflicto en sus adentros,
es la guerra en gran tropel,
otras veces es tan dulce,
es tan dulce como miel.
Es desdicha y alegría,
es derrota y es laurel,
es un mundo muy extraño
y es la lengua de Babel.
Le conquista, le ilusiona
le atraviesa con sus pies,
la poesía se desnuda
y se arrima hasta su piel.
Si se enoja no le habla,
su silencio no hace bien,
enfurece no entenderla
y se aleje sin " porqués".
La poesía amigos míos
era blanca, ya lo sé,
pero dentro del poeta
tiene forma de mujer...
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